Los alumnos de 2º B realizamos un estudio para conocer los hábitos alimenticios del alumnado del centro. Dicho estudio fue diseñado en la hora de "Hábitos saludables" -impartida por el profesor Anxo Cid- para mejorar la pauta alimentaria tanto en el colegio como fuera de él.
En un primer momento, la clase participó en una "tormenta de ideas" para determinar el campo de estudio. La intención era acercarse al tema de la salud desde alguna de sus vertientes: drogas, alimentación saludable, ejercicio, sobrepeso... Dado que observar la alimentación en cada casa no era una opción, acordamos fijarnos en qué consumen los usuarios del servicio de cafetería.
Uno de los objetos del estudio era calcular el número de kilocalorías de los productos. Por ello prestamos una especial atención a los etiquetados.
Nuestra compañera Andrea Lorenzo está explicando en el siguiente vídeo los componentes de un alimento. Se trata de los Donuts, que el profe Anxo mandó analizar.
Con el análisis de las etiquetas, unos sencillos cálculos nos permiten averiguar la cantidad total de kilocalorías presentes en los productos ofertados y comprobar cuántas de ellas provienen directamente de azúcares o de grasas parcialmente hidrogenadas.
El siguiente paso consistió en la ordenación del proceso y la asignación de tareas a los distintos compañeros.
Las alumnas Irene Ferreira y Andrea Lorenzo, ejemplos de eficiencia, diseñaron e imprimieron unas hojas de seguimiento que recogían la práctica totalidad de los productos ofertados por la cafetería. En ellas se apuntaba, junto al nombre del producto, el número de veces que se compró durante los días que duró el estudio.
Nuestros compañeros Iñaki y Pablo, conocidos por su simpatía y don de gentes, fueron junto a Mari a pedirle permiso y su colaboración para ayudarnos en este proyecto, puesto que estábamos tomando nota de los productos vendidos en su cafetería.
Una vez, tuvimos su visto bueno, comenzó el trabajo de campo: la observación y recogida de datos. En los recreos, Martín, Gonzalo, Alberto, David, Bartolomé y Silvia se encargaron, no sin dificultad, de apuntar las ventas en las hojas de registro. La masiva afluencia en un espacio tan corto de tiempo, las cascadas de peticiones en tromba, el caos ensordecedor de docenas de voces pidiendo a la vez hicieron que nos diéramos cuenta de lo difícil que resulta estar del otro lado de la barra.
Algunos ejemplos de datos:
Una vez recogidos los datos, procedimos a volcarlos en una hoja de Excel, para analizarlos con detenimiento y comprobar nuestras costumbres, nuestros hábitos alimenticios.
Analizando los resultados obtenidos en la observación, tenemos que confirmar que tanto la oferta alimenticia del centro como nuestros hábitos alimenticios no son demasiado saludables.
Los productos saludables que oferta el centro representan un porcentaje muy bajo de la compra. Por ejemplo: Agua, menos de un 2%, fruta un 0%, café 3,5 %, bocadillos 1,5 %...
Por el contrario, alimentos procesados como las patatas fritas, chucherías, kinder bueno, napolitanas, gofres, donuts, oreos, palmeras o palomitas obtienen porcentajes mucho mayores.
Comparando nuestros hábitos alimenticios con los resultados de la composición corporal, creemos que es necesario un cambio para mejorar en salud. Es muy importante también la práctica de actividad física diaria.
También en el plano de las conclusiones, llegamos a unas propuestas de mejora de la alimentación en horario escolar.
Una de ellas podría ser subir el coste de aquellos alimentos que se han demostrado menos saludables (bollería industrial, bebidas azucaradas...). La contrapartida sería bajárselo a los más saludables (fruta, bocadillos...)
Una posible oferta alimenticia sería:
- Frutas de temporada.
- Barritas de cereales integrales.
- Lácteos: yogures, queso fresco...
- Tapas: ensaladilla rusa, ensalada de pasta, tortilla de patatas, jamón serrano, jamón asado...
- Bocadillos: jamón serrano, queso, pechuga de pollo, vegetales, tortilla francesa, tortilla de patatas, atún...
- Tostas: aguacate, queso fresco con mermelada, jamón serrano con tomate natural y aceite de oliva virgen extra, anchoas con queso...
- Batidos: frutas naturales.
-Frutos secos: pistachos, nueces, avellanas, almendras, cacahuetes...
- Aceitunas, pepinillos...
- Chocolate negro.
- Bebidas azucaradas: todas zero (cocacola, kas, aquarius)
- Agua.
- Café.
- Infusiones.
Por último, redactamos esta instancia en la que solicitamos a la Consellería de Educación una revisión de la normativa aplicable a la alimentación en centros y una mayor atención al consumo abusivo de algunos productos dañinos para la salud.
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